Miel Y Romero

La Casa Rural Miel y Romero abrió sus puertas en 2009 y se encuentra situada en la Plaza de la pequeña aldea de Gargantilla, localidad vinculada al municipio toledano de Sevilleja de la Jara. Destacada con la máxima clasificación en turismo rural (3 espigas) otorgada por la Consejería de Turismo de Castilla-La Mancha, y en 2013 recibió el reconocimiento SICTED (Sistema Integral de Calidad Turística en Destino). Asimismo, está certificada con ISO 9001 desde 2019.\n\nCasa Rural Miel y Romero es el destino ideal para escapar de la rutina agobiante y disfrutar de la sencillez y autenticidad del entorno campestre sin renunciar a la comodidad. Es un lugar encantador para que grupos de amigos o familias se sumerjan en la paz del entorno y aprovechen la belleza natural.\n\nEl patio se divide en tres niveles distintos: el primero, a la altura de la sala de estar, pavimentado con losas de pizarra, con un pozo y una barra techada. El segundo nivel incluye una zona ajardinada con piscina. Por último, en el tercer nivel, hay un espacio cubierto con una barbacoa, perfecto para disfrutar en cualquier época del año.\n\nLa Casa dispone de cocina, salón con chimenea y televisor de 43 pulgadas con Movistar+, 4 habitaciones dobles (todas con baño en suite) y un aseo. También ofrece WIFI gratuito.\n\nLas habitaciones son las siguientes:\n- Habitación Del Brezo: Habitación doble con baño completo y columna de hidromasaje.\n- Habitación Del Espliego: Habitación doble con baño completo y columna de hidromasaje. Acceso directo al solárium.\n- Habitación Del Tomillo: Habitación doble con baño completo y bañera de hidromasaje. Desde el balcón se puede ver el reloj de la torre.\n- Habitación Del Romero: Habitación doble con baño completo. Incluye un jacuzzi en la propia habitación.\n\nMiel y Romero es el lugar perfecto para experimentar plenamente la vida rural, maravillarse con el pueblo y sus alrededores, como la Vía Verde de la Jara, el embalse de Cijara, los más de 30 kilómetros de senderos señalizados que permiten disfrutar de la flora y fauna local, o incluso, en una noche despejada, contemplar el firmamento y asombrarse con el Universo.