Vive el Halloween más rural en el Norte de España

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Se acerca el puente de noviembre y con él una de las festividades más arraigadas en el país, la de los Santos que invita al recogimiento y, desde hace una década aproximadamente, una celebración que invita a todo lo contrario: Halloween.

Te invitamos a celebrar éste último en compañía de tu familia, pareja o grupo de amigos, conociendo cómo se celebra Halloween en España, sobre todo en el norte del país.

Ante todo has de saber que Halloween, en su versión ancestral ,ya lo celebraban los pobladores celtas y que algunas de las tradiciones con sabor a monstruos, castañas y fuego siguen vigentes:

Galicia

Galicia sabe mucho de celebraciones y rituales; el que más se aproxima a Halloween es el Samaín, que indicaba el fin del verano: la noche del 31 de octubre al 1 de noviembre era considerado el primer día del año según el calendario celta.

Esa noche la tradición mandaba rendir homenaje a los ancestros fallecidos usando los cráneos de enemigos vencidos en batalla; estos se usaban a modo de amuleto para protegerse y espantar a las almas perdidas. El paso del tiempo cambió calaveras por calabazas con velas iluminadas en su interior. Aún hoy se puede disfrutar de esta tradición en poblaciones como El Ferrol, Cedeira o Catoria, donde muertes vivientes pasean por las calles y las calabazas son las protagonistas de recetas y guisos.

Asturias

En Asturias, Halloween también representaba el cambio de estación. La noche del 31 de octubre las tinieblas y las almas moribundas hacían que los asturianos quisieran protegerse del mal. Antiguamente se vaciaban calabazas y nabos; los niños embadurnaban su ropa con cenizas y salían a la calle a pedir su aguinaldo, y tenía lugar un banquete en el cementerio, sobre las tumbas de los seres queridos.

Cantabria

En Cantabria la creencia celta de que la noche del 31 de octubre las almas malditas salían de las tumbas en búsqueda de nuevos cuerpos como morada para resucitar estaba muy arraigada. La forma que tenían para esquivarlas y que pasasen de largo de sus hogares era decorar sus casas con calaveras y huesos. Aún hoy, algunas poblaciones cántabras siguen celebrando ciertos rituales para esta noche tan especial: el ritual de los conjuros, en el que grandes hogueras pretendían apaciguar a las terroríficas almas; la Guajona, una horrible anciana de un sólo y negrusco diente que paseaba las calles y la Güeste, un cortejo de almas que transportan en penosa comitiva huesos encendidos.

País Vasco

En tierras vascas se celebra la fiesta del Gaztainerre, una festividad en la que participan todos los habitantes del pueblo y los niños son los auténticos protagonistas. Aún hoy, ellos son los que van de casa en casa pidiendo castañas o golosinas: la versión vasca del «truco o trato». Antiguamente existía un «ritual» que cumplía con el dicho de «quién saca las castañas del fuego». Los niños castigados sin este fruto otoñal se colaban en las cocinas de los vecinos a robarlas de los fogones. Las cocineras, a sabiendas que iban a ser víctimas de ese «hurto», subían las llamas del fuego, haciéndoles más difícil la hazaña.

Ahora sólo te queda elegir la casa rural más cercana a estas tradiciones y vivir en familia, pareja o amigos el mejor Halloween de tu vida.