Su nombre ya nos da una idea de su situación: en la cima de una loma, donde en invierno las temperaturas son bastante más bajas que en las poblaciones cercanas. Montefrío era una pequeña localidad desconocida y que desde hace unos días la revista National Geographic ha querido descubrir, nombrándola entre las 10 localidades con las vistas más bonitas del mundo.
Conoce más del pueblo más bonito del mundo
Hemos hecho las maletas y nos hemos desplazado hasta allí a conocerla; porque no solo National Geographic le está dando la relevancia que se merece, sino también hemos sabido que los japoneses, hábiles en encontrar joyas patrimoniales, ya sabían de su existencia gracias a que en la década de los 80 el profesor -fotógrafo Yuri Oyama expusiese instantáneas de la localidad en Tokio y Yokohama.
Ante todo situémonos: Montefrío se encuentra en la comarca de Loja de la provincia de Granada, de cuya capital dista poco más de cincuenta kilómetros. Ha sido un emplazamiento ocupado desde tiempo del neolítico tardío, vestigios que podemos encontrar en los alrededores, como en el paraje llamado «La cueva de los Gitanos», situado a unos 4 kilómetros de la población.
Pero ¿qué es lo que ha maravillado tanto a National Geographic para que los turistas multipliquen sus visitas a este municipio y que las búsquedas en internet se disparen? Ya las palabras que han incluido en el ranking nos dan una idea:
«Encajada entre dos profundos tajos, esta población granadina sorprende por su silueta fortificada que se recorta en el cielo y que muestra la importancia que tuvo como puesto fronterizo del reino de Granada».
Una situación estratégica pues, de un pueblo muy cuidado y de reminiscencias árabes; el casco antiguo fue declarado Conjunto Histórico Artístico en 1982, en el que destaca la afamada Iglesia de la Encarnación, de planta redonda y acústica espectacular, un tipo de iglesia única en España y que nos recuerda el panteón de Agripa. Este templo católico se comenzó a construir en el año 1786 bajo el reinado de Carlos III con un coste 2.300.000 reales de vellón (una aleación de cobre y plata que se usaba para acuñar monedas).
Pero sin lugar a dudas, lo que más llama la atención de quienes tienen la suerte de viajar hasta Montefrío es el conjunto formado por la Fortaleza árabe y la Iglesia de la Villa, que dominan el paisaje y la localidad desde la cima de un peñón: sin lugar a dudas toda una hazaña arquitectónica que comenzó en tiempos de Abú-Abdalá Jusuf, rey de Granada en 1352 que mandó al Alarife mayor (arquitecto) de la Alhambra a buscar el emplazamiento adecuado para una construcción defensiva. El proyecto incluyó una plaza de arma, adarves, torres vigía, aljibes para las reservas de agua, almacenes para la comida y todo lo necesario para soportar en caso necesario un largo asedio. La fortaleza finalmente cayó en manos de los Reyes Católicos en el año 1486, quienes nombraron alcaide a Don Pedro Afán de Ribera.
De informarnos sobre la fortaleza y su historia se encarga «El centinela», el centro de interpretación que se puede visitar en este emplazamiento.
Además en Montefrío destacan las calles de casas blancas, las hermosas tierras que circundan la localidad, el pósito y el puente romano, los atardeceres de impresión y, cómo no, las ricas tapas que ofrecen a diario sus bares con terraza.
Sin lugar a dudas, National Geographic está en lo cierto: Montefrío merece estar entre los 10 pueblos con las vistas más bellas del mundo.